Me faltaba tiempo para hacer unos nuevos cup. Pensando pensando, un nuevo modelo, un nuevo sabor... no me inspiro, no me inspiro... jum...!!
A veces las cosas surgen de la forma más simple. Martes, 10:00 a.m., hora del cafelito de máquina. Bajo al taller. En 2 minutos paso de una conversación que se inició hablando sobre las vacaciones de Semana Santa a contar que en tres semanas me marcho a hacer un nuevo curso a Santander.
Y ahí está siempre alguno que dice: "Ah, tú cocinas? que se note, que se note!". Y a mí, que me hace falta muuuuuy poquito para picarme en esto de ponerme el delantal, me envalentono, echo cálculos mentales sobre las mil y una cosas que tengo por hacer esta semana y suelto -con tono de "tu no sabes lo que soy capaz de hacer"-: "el jueves o viernes lo pro-ba-rásssss...".
Hala, la inspiración sale sí o sí. Porque ya lo he prometido, no me queda otra!
Ahora toca pensar... qué cup se pueden preparar para cinco señores... flores? mmm... nop. Bichitos primaverales? mmm.... nopnop.
Madreeeee ahora qué hago? pues lo que se hace en estos casos, abrir la despensa y revolver a ver qué sale. Y mira tú por dónde, me salió una bolsita de nueces.
Y ahí empezó todo.
Y cómo terminará? Pues espero que les gusten estos cupcakes a mis compañeros de las 10:00 a.m.
Eso sí! majos... me debéis un café! ;)
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