Mateo ya ha nacido. Se nos ha hecho corto a todas las que vivimos de cerca estos 9 meses, tan corto que casi no me da tiempo a hacer estos cup, en los que ya llevaba semanas pensando, y que quería tener preparados para cuando llegara el momento.
El mismo día en que él llegó, me puse a modelar conejitos azules.
No sé qué en qué empleo más tiempo, si en hacerlos o en contemplarlos después. Podría pasar horas viendo las obras terminadas, revisando posibles errores para no volver a cometerlos, y deleitándome en la satisfacción que da ver el trabajo concluido satisfactoriamente.
Al día siguiente todo fueron prisas, hornear, preparar, decorar, empaquetar y lo más importante, entregar y esperar que les gustase a sus destinatarios.
Pero lo importante no eran mis magdalenas, sino el precioso niño recién llegado. Nada mejor en el mundo que el sentimiento de la creación...